En torno a...
Instinto de destrucción para formar torres de amnésia,
tornados de benevolencia maniatada,
frías ráfagas de desilusión que desencadenan
en el empuje para subir ninguna montaña.
Querer relajar el mar vaciándolo
con un embudo puesto del revés,
en tierra seca,
en cemento,
en palabras volcadas en boca de nadie.
Aprendiendo a desaprender de los errores ajenos;
transcribir el transcurso de la lealtad fingida
para quemarme las manos,
y no tocarme la cara,
y olvidar cómo se escribía de los huesos que,
a tiempo completo,
intento controlar...
...y deshumanizar mi estirpe,
extinguirme antes de llegar a casi treinta,
y ser más vital de lo que me permitía cuando
sabía hablar de buscarle el sentido al mundo
antes de haberlo puesto a mis pies.
6.5.12
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