Benceno.
Hoy han decidido quedarse en la cama las esperanzas que nacieron ahogadas
en un vaso de ginebra aguado.
He pisado la calle con menos cuidado del habitual,
he tenido que rehacer con aguja e hilo lo que empezaba a desvanecerse
entre las cataratas de los días insípidos.
Se han salpicado los recodos de lo real y lo etéreo,
y sólo ha hecho falta lo mínimo que se despacha en preocupación.
Maniatados los sueños,
que en su carta de presentación se decían premonitorios,
es más fácil mirar directamente a la luz.
Amanso a las fieras que quieren destrozar mis nervios
con rastros colocados para trampas mortales a largo plazo,
a base de otras intenciones sin fundamento.
Todo cobra sentido cuando se tiene entre las manos un fictício poder de decisión.
Hoy las mantas han sido sólo fachada.
Y a lo largo y ancho de mi cabeza
resuenan las palabras que habían desertado
por la idea de no volver a despertar.
Respirar humo hoy me hace sentir resguardada.
23.11.11
0 comentarios