Fuego Fatuo.
Hierro,
rodeando mis huesos y mi posición ilustrada;
desgastando mis salidas,
aterciopelando mi piel;
constatando los vínculos creados por mi cabeza,
atardeciendo la noche a las cuatro de la mañana,
acuciando mis malos modales,
fundiendo mi virtud.
Sangre,
envolviendo la presente;
arrestando los sabores dulces,
destronando las partidas ganadoras;
amontonada fuera del cuerpo,
saciada con paralelísmos,
abandonada al caos polivalente soñador
de noches desparramadas.
Silencio,
acostumbrado a callar de más;
rehecho a sí mismo,
acostumbrado a engaños por otorgación;
despiadado de bodad,
amaestrado por versos redundantes,
calibrado de acciones pasadas,
abierto en canal encima de historias enterradas.
25.10.11
0 comentarios